Brevet 600 km : Vuelta a Huesca, La Magia

La vida en el alambre, a veces, te lleva a destinos que nunca antes hubieras pensado. Pues bien, este ha sido uno de esos destinos inesperados y del cual me alegro mucho de haber disfrutado.

Últimamente, la vida me hace vivir en un continuo cambio de planes al cual, a veces cuesta asumir y otras veces, te dejas llevar. Este Brevet 600 de la vuelta a Huesca llegó de esa manera, con idas y venidas.

Sin todavía tener claro si acabaré yendo a Paris, me apetecía quitarme esos fantasmas mentales que uno se pone cuando te alejas de estas distancias que antes asumías con total normalidad.

El Brevet recorría toda la periferia de la provincia de Huesca. Según Roberto, el artífice de la ruta, era un recorrido clásico que ya se había hecho antes y que el por casualidad, había dibujado y recorrido hacia unos años. Un acierto !! Una bonita manera de conocer una provincia con tanta diversidad natural como Huesca.

A las 6:00 de la mañana, allí estábamos catorce personas dispuestas a recorrer las comarcas periféricas de Huesca. Reconozco que apenas conocía la provincia más allá de la zona de Sabiñánigo y zonas limítrofes.

Dada la salida, comenzamos a charlar los unos con otros y me hacía especial ilusión echar un rato con Miguel Cored. Para mí, es una de esas personas genuinas de este mundillo. Le conocí por primera vez en Italia, haciendo la Mil y unas millas y desde entonces me cautivó. Hablando con el me decía… “Si la gente supiera que solo puedo salir un día a la semana para entrenar …” que crak !! Por otro lado me sorprendió mucho que estaba al día de nuestra situación en casa, no son días fáciles. Pues poco a poco llegamos al primer control y me apetecía tener un recuerdo con el. Nos hicimos una foto y nos deseamos suerte el uno al otro. Desde allí cada uno vivimos nuestra aventura.

El primer control fue en la gasolinera de Canuhe. Allí llegamos todos juntos, sellamos y continuamos. Salimos Juan Carlos y yo solos y más tarde se unen varios compañeros. La primera mitad recorría la Jacetania, el Alto Gallego, Sobrarbe y la Ribagorza. Una vez pasamos los imponentes Mallos de Riglos, el paisaje empieza a cambiar. Tras cruzar el Embalse de la Peña comenzamos a subir el puerto de Santa Barbara, un puerto suave que es relativamente cómodo.

Tras la bajada, comentamos con los otros dos compañeros que íbamos a parar a tomar algo en Puente la Reina de Jaca, segundo punto de control. Allí tomamos un pincho y retomamos la marcha hacia Jaca, Sabiñánigo y Biescas. En el paso por Jaca me doy cuenta que otro compañero que se había unido en Puente la Reina venía con algún problema. Nos descolgamos del grupo a ver qué le pasaba y nos dice que llevaba problemas con el desviador y el GPS. Intercambiamos alguna idea a ver si algo le funcionaba pero nada. Un poco más adelante nos cruzamos y paramos a saludar a Felipe Novoa y José Antonio de Randonneurs Galicia que estaban haciendo una Sr por el pirineo central.

Continuamos hasta Biescas (km 170) y allí aprovechamos a comer algo más contundente antes de empezar la subida a Cotefablo. Justo cuando estábamos a punto de salir, llega Jose Carlos Aso, el compañero con los problemas de GPS y de la bici. Nos comenta que había entrado a una tienda y el desviador necesitaba cambiar alguna pieza, por lo que prefirió continuar haciendo el recorrido en plato pequeño. El GPS conseguimos arrancarlo y cargar algo de batería, por lo que ya no tenía que ir dependiendo de cruzarse con alguien para saber si iba bien o no en la ruta. Proseguimos nuestra ruta y Jose Carlos se queda comiendo algo. El inicio del puerto lo hacemos poco a poco, pues íbamos con la comida en la boca. La subida del puerto nos habían dicho que era larga y dura, pero la verdad es que como nos lo tomamos con calma, se fue llevando. Según íbamos ascendiendo el puerto veíamos como una cortina de lluvia venia tras nosotros. Al final libramos la lluvia por los pelos.

La bajada hacia Broto fue un espectáculo !! La vista de Ordesa desde el puente de Broto fue una de las imágenes preciosas del recorrido. Me encantó!!

Seguimos bajando paralelos al rio Ara, pasando por Sarvisè, Fiscal y Boltaña ( km 230) donde volvimos a parar a tomar algo. Allí empezó a tronar fuerte y aunque el cielo estaba nublado, sólo nos chispeó. La temperatura era buena pero iba aumentando a medida que íbamos perdiendo altitud. Subimos el puerto de la Foradada antes de Campo con mucho calor. Casi coronando, vimos un bar. Estaba cerrado y nosotros muertos de calor. Buscando una puerta a la que llamar, vimos una manguera. Nos remojamos y refrescamos un poco. En ese momento Íbamos sin agua y hacía mucho calor, pero no nos atrevimos a beber de esa manguera porque tenía una pequeña granja detrás y no sabíamos si era potable. Al poco de coronar en la bajada encontramos un pequeño área a mano izquierda con una fuente. No salía agua, pero conseguimos encontrar la llave y abrirla. Al llegar al control de Campo (km 266) nos encontramos allí a Jose Carlos. Nos alegramos mucho al verle, tomamos algo juntos y juntos continuamos. El tenía reservado alojamiento en Laspaúles (km 310), nosotros en principio teníamos idea de continuar toda la noche hasta llegar a Huesca. El camino entre Campo y Laspaúles sabíamos que tenía su miga porque picaba todo para arriba. Chino a chano íbamos disfrutando de la carretera y de la charla. El tramo de los túneles paralelo al río Isàbena hasta el desvío a Espés fue espectacular.

En un momento el track nos gira a la izquierda hacia Espés y la carretera se empieza a empinar duramente. Conocido como el puerto de Espés, es toda una sorpresa para nosotros. Me pareció un puerto precioso aunque a ratos con rampas muy duras. Antes de llegar a Laspaúles, Juancar Pinedo ( mi compañero) me comenta que le ha vaciado el puerto, por lo que al llegar al control en el camping necesita beber y come algo. Estaba atardeciendo y queríamos aprovechar a bajar el puerto de día por lo que nos despedimos de José Carlos Aso ( el compañero de Zaragoza ) y sobre las nueve, arrancamos con la intención de cenar algo en El Pont de Suert (km 325).

Tras la larga bajada del Coll de la Espina Juan Carlos me comenta que se le ha cortado la digestión y que no se encuentra bien. Al llegar a Pont de Suert, Juan Carlos está mal. Busco un lugar para quedarnos a dormir y tras ver las posibilidades Juan Carlos se sube a la habitación a ver si mejoraba y yo busco algo para cenar yo y algo para llevar a Juan Carlos. Esto es así, lo planes están para cambiarse y lo primero es lo primero. A las 4:30 nos levantamos, nos dio tiempo a dormir unas 6 horas. Se levantó bien, con apetito. Desayunó la tortilla francesa que le había subido la noche anterior y yo un par de trozos de pizza que me reservé de la cena. Encendemos las luces de las bicis, GPS y arrancamos sobre las 5:00 horas.

La temperatura era buena, carretera con poco/ningún tráfico, asfalto más menos en buen estado y en ligera bajada. Hasta las 8:00 no encontramos nada abierto. Finalmente en Benabarre (km 387) desayunamos como si no hubiera un mañana. Con el estómago lleno ya era otra cosa. El Belga ( como es conocido Juan Carlos entre los amigos) empezaba a carburar. Fuimos haciendo camino pasando los controles de Tamarite de Litera (km 420) y Fraga ( km 465) de una manera fácil. El Bajo Cinca nos trató bien.

Tras cruzar Fraga hacía ya mucho calor. Habíamos llegado a la zona más árida de Huesca, Los Monegros. A medida que iba entrando la tarde, se iba complicando la meteorología. El cielo empezaba a pintar de tormenta, el aire aumentaba de intensidad y la cosa se estaba poniendo muy fea.

Para llegar a Alcubierre (km 550) pasamos las de Caín con el aire. Nos entraba lateral izquierdo muy fuerte racheado con lluvia. Nos dábamos relevos entre nosotros para ponernos en el lado izquierdo y poder cubrir al otro por un rato. El aire nos iba agotando. Al llegar a Alcubierre no había nada abierto, parecía un pueblo fantasma y más con el cielo como pintaba. Continuamos hacia Torralba de Aragón con la esperanza de encontrar algo abierto para tomar algo, pero tampoco. Las fuerzas empezaban a escasear. Buscamos una fuente y sacamos algo de comida que teníamos guardada. El aire seguía castigando mucho, pero libramos por un rato la lluvia. Pasamos el control de San Jorge (km 581), el último antes de llegar a Huesca. Sólo quedaban 20 km para llegar, pero vaya últimos 20km !! El terreno picaba ligeramente para arriba, aire de cara y a estas alturas ya las fuerzas estaban justas. Encontramos una gasolinera a falta de 18 km y nos metimos a comer y beber algo. Estando allí empezó a tronar y a caerse el cielo encima nuestra. Nos ponemos los chubasqueros y hasta Huesca. Que ilusos !! A falta de 10km pinchamos y reparamos. Ahora si que ya sin más novedades, llegamos a Huesca. Calados como sopas pero felices de llegar.

El brevet en términos generales me ha encantado. Como decía antes, la diversidad natural que tiene la provincia de Huesca es increíble. Por gusto personal, la zona Norte de la provincia me ha parecido espectacular. Me voy muy contento de haber disfrutado a tope esta aventura. Agradecido al Club Ciclista Oscense y a Roberto Lacambra en particular, por estar pendiente de nosotros en todo momento y por la organización del evento. Mil gracias !!

Respecto a mi compañero de aventura, siempre sumas y siempre es un placer juntarnos. Como lo echaba de menos. Mil gracias amigo.

«Un poco de magia te puede llevar muy lejos»

«Huesca La Magia»

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